
La marca francesa Casablanca ha sacado una mesa de ping pong de lo más exclusiva, sus formas onduladas y su combinación cromática en tonalidades pastel hacen de ella en una bonita pieza de diseño digna de exponer. Es tan chula que da no sé qué el ponerse a jugar al ping pong en ella, pero para eso está.
Lo que no mola mucho es su precio: 18,000 euros. Ahora que si la puedes pagar, tuya es y no te arrepentirás de haberla comprado.