Echando un ojo a la revista digital It’s Nice That me encontré con una ilustradora que llamó mi atención al instante. Se llama Furze Chan, es de origen hongkonés, y fijaos en la potencia que tiene sus dibujos sobre algo tan universal como la comida.
Es curioso ver como, con sus lápices de colores, Chan transforma cualquier alimento en una bella obra de arte. Ella dice tiene la suerte de poder crear a través del dibujo.
Lo que, en principio, fue solo un pasatiempo se ha convertido en su profesión y ahora Chan es una de las ilustradoras más cotizadas del mercado.
¿A qué viendo sus dibujos adivináis porque?
Taking a look at It's Nice That digital magazine, I came across an illustrator who caught my attention instantly. Her name is Furze Chan, she is of Hong Kong origin, and look at the power of her drawings on something as universal as food.
It's curious to see how, with his coloured pencils, Chan transforms any food into a beautiful work of art. She says she is lucky enough to be able to create through drawing.
What was originally just a hobby has become her profession and Chan is now one of the most sought-after illustrators on the market.
Do you guess why? I do
Furze trabaja para varias editoriales y utiliza su dominio de los lápices de colores para reproducir con precisión alimentos tentadores.
Sus dibujos, de una delicadeza exquisita, representan todo tipo de alimentos: desde cartones de leche a piezas de fruta, golosinas, platos tradicionales chinos, galletas, postres… De esta forma, la materia se transforma de una sustancia que te comerías con los ojos a pequeñas obras de arte de una belleza evidente
Aún así, y a pesar de que sigue ilustrando y animando para una gran variedad de plataformas editoriales y libros, la artista mantiene que “la comida es muy difícil de dibujar”. Para ella, la tarea de pintar la comida con precisión es algo que no debe tomarse a la ligera: “las múltiples texturas, los colores, la temperatura, la sensación de cocción, los reflejos, incluso el esmalte de cerámica de un plato” son algunas de las complicaciones del ejercicio, según aclara a It’s Nice That. Aunque el resultado, desde luego, merece la pena.
Furze works for several publishers and uses her mastery of colored pencils to accurately reproduce tempting foods.
His exquisitely delicate drawings depict everything from milk cartons to fruit pieces, sweets, traditional Chinese dishes, biscuits, desserts... In this way, matter is transformed from a substance you would eat with your eyes to small works of art of obvious beauty.
Even so, and although she continues to illustrate and animate for a variety of publishing platforms and books, the artist maintains that "food is very difficult to draw". For her, the task of painting food with precision is something not to be taken lightly: "the multiple textures, colors, temperature, cooking sensation, reflections, even the ceramic enamel on a plate" are some of the complications of the exercise, she explains to It's Nice That. But the result is certainly worth it.
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