Lo que se empezaba a oler hace tan sólo unas temporadas, el año que viene será un hecho: los 80 han vuelto. La pasarela de Milán de este año nos lo ha confirmado y para muestra la colección que presentó Georgio Armani; todo un decálogo de los 80 pero con aires renovados y un pelín más sofisticados.
Y es que sii quieres adoptar un look años ochenta perfecto no podrá faltar en tu armario, según Armani,una camiseta o un suéter de diseños de lo más modernos y atrevidos. Desde formas geométricas variadas hasta diseños hawaianos, todo está permitido y cuanto más voluminoso mejor.
Podrás elegir camisetas de colores variados para poder combinar de forma efectiva todo tu vestuario. Incluso, si te atreves, puedes llegar a ponerte una de estas camisetas con un traje, combinando lo más cotidiano con lo elegante.
La clave: voluptuosidad.
If the positioning of politics within fashion feels a bit problematic, on the final day of the shows in Milan, at least one party line had been drawn: in menswear, logos are going nowhere.
This was perhaps most surprising from Giorgio Armani, the king of understated chic. Hosting the show in his favoured concrete auditorium, the Italian designer had hung a billowing white curtain at the end of the catwalk, embellished with a large “GA” logo from the 1980s archive.
The rest of Armani’s collection was logo-free, with the designer taking a deep dive into the double-breasted suit, recast in chalk white, hemp grey and blue for summer. Save for a few large knapsacks, loafers and espadrilles, accessories were minimal, so the models carried their grosgrain hats like handbags.
Salvo algunas mochilas, mocasines y alpargatas grandes, los accesorios que ha sacado Armani en esta colección han sido mínimos, e incluso los modelos llevaban sus sombreros como bolsos de mano.
Los trajes son el pilar de la firma y los hemos visto con pantalones de estilo gaucho de cintura alta con chaquetas sin costuras sobre camisetas o chalecos en cuero o estampados en forma de nudo.
Quizás lo más novedoso ha sido el apostar por blusas sedosas como chaquetas y chaquetas como blusas así como trajes playeros estilo Richard Gere en American Gigolo.
Suits are an Armani mainstay, but the shape, styling and mood changes each season. Updates came in the shape – high-waisted gaucho-style trousers, with unconstructed jackets that were zoot-like in cut – and in the styling, worn over T-shirts, or waistcoats, in leather, knits, tie-dye prints. The mood was predominantly louche and, like the logo, 1980s in proportion; there was more than a whiff of Richard Gere in American Gigolo on display.
Elsewhere, Armani broke fashion rules by casting silky blouses as jackets and jackets as blouses. In the show notes, the designer suggested the suits be worn “casually, on the beach”. Any queries over the practicality were swiftly hushed by the penultimate two models who walked together, bare-chested, with their jackets almost completely open.
