Dicen que viajar abre la mente . Y es verdad; aquellos de vosotros que hayáis ido a cualquier ciudad fuera del país os habréis dado cuenta que cada una tiene su propia personalidad y, por supuesto, una forma diferente de vestir.
No es lo mismo el aire desenfadado francés que el seductor italiano, o el minimalista sueco que el "me lo pongo todo" inglés. Lo bueno es ir agarrando de aquí y allá y hacerse su propio estilo o buscar aquello que más te gusta y ponértelo.
En definitiva, y a pesar de los intentos de las marcas de vestirnos a todos iguales en cualquier lugar del planeta siempre hay tendencias que cada país o ciudad conserva como oro en paño. Aquí van algunas de las que más me gustan.
They say travel broadens the mind. And those of you who’ve spent several hours standing in a mile-long queue waiting for a delayed Ryanair flight to board will grasp fully the truly mind-altering effects seeing the world can have.
Perhaps less obvious, though, is that going abroad can also help jump-start your style. Comical stereotypes aside (we’ll take a rain check on the Frenchman’s black beret and garlic garland), exploring some of the world’s most stylish cities can help equip you with some killer wardrobe moves you wouldn’t have learned if you’d just stayed home.
Alas, with just a few weeks’ holiday a year (and business trips spent staring at conference room walls), there’s only so much ground you can cover.
Viste Minimalista ( como los chicos de Estocolmo)
Algunos dicen que la ropa nórdica es aburrida por ser monocromática. Yo digo todo lo contrario es clásica, con gusto y duradera. Su forma de vestir define mucho su forma de ser: nada de aparentar lo que no se es y siempre predicar con la modestia. Y sí, está de moda. Basta con ver las pasarelas internaciones para darse cuenta de la influencia de los diseñadores suecos o de sus marcas internacionales como H&M o COS. Cuando veáis lineas rectas, abundancia de blancos y negros y materiales resistentes no lo dudéis: es moda sueca.
You say boring, Stockholm’s denizens say tasteful, classic and timeless. Known for their stripped-back approach to style, the Swedish capital’s modestly dressed men make it Scandinavia’s standard-bearer for fashion – much to the chagrin of its Nordic neighbours.
Not convinced? Try a quick Google search. There’s a whole (borderline obsessive) Pinterest sub-genre dedicated to this chilly city’s love of pared-back, monochromatic interiors. And there’s an equally fervent appreciation of the natives’ wardrobes, with Tumblrs bursting at the seams full of shots of the population’s unofficial uniform of clean lines in black and white.
Take your cue from Stockholm’s most stylish by stripping back your palette and sharpening your silhouette – it’s the quickest route to Scandi cool.
El "no se qué" francés ( ese que tienen los chicos en París)
Si de algo están orgullosos los franceses ( aparte de sus quesos y sus vinos) es de su moda. Y es verdad porque cuando paseas por París te das cuenta que todo (incluso los parisinos) parecen fusionarse con la ciudad haciendo que el conjunto parezca más bello, más hermoso y ( lo mejor de todo) como sin esfuerzo.
Bueno, pues eso es el "no se qué" francés; estar perfecto sin parecerlo. Y tiene que ser algo cultural porque otras ciudades francesas no tienen ese don, sólo es en París. Yo creo que tiene que ver mucho con el buen gusto de los parisinos a la hora de vestirse añadiendo a los básicos prendas de temporada para estar siempre a la última. Así es normal ver a un chico con un pantalón o una camisa básica pero conjuntada con una gabardina o unos zapatos de rabiosa actualidad. Eso es tener clase.
They don’t just lay claim to producing the finest cheese and wine, the French are pretty darned proud of their style too. And none of them more so than the Parisians.
Sophisticated, elegantly masculine and with no shortage of that zero-f**ks-given nonchalance so specific to French style (yes, that je ne sais quoi), the men of Paris are infuriatingly good at making not trying too hard look easy.
Like most things the French excel at, the success of Parisian men’s style lies in the fact that it shows a clear appreciation of good taste. Whether it’s a perfectly cut trouser or a glove-fit Breton shirt, Parisians pride themselves on their ability to start with the basics, adding in bits for flair (those lightweight scarves) as they go.
Follow the best-dressed Frenchmen by nailing the cornerstones of your wardrobe first, and then individualise with a few eye-catching pieces. You’ll appear stylish without looking like you’ve gone to pains to get there.
Ponte de todo ( como los chicos de Londres)
En pocas ciudades del mundo verás como todo el mundo lleva de todo y ( encima) les queda fenomenal. Algunos lo llaman "moda ecléctica" pero cualquiera que haya estado en Londres habrá visto los contrastes no sólo en las calles sino también en los escaparates de las tiendas de marca. Te puedes encontrar de todo; clásicos escoceses, tonos pasteles, rayas diplomáticas. Pues bien, yo creo que ellos agarran de aquí y allá, lo combinan como quieren o pueden y se hacen su propio estilo ( que en la mayoría de ocasiones suele ser tendencia).
Por eso, si quieres vestir como los londinenses sólo tienes que arriesgarte y triunfarás combinando prendas clásicas y dándoles un aire actual. Te encantará.
We’ve lost count of the number of times we’ve heard the word ‘eclectic’ used to describe London menswear. Then again, there’s no smoke without fire: the British capital’s many menswear straits mean it’s difficult to pin down a definitive aesthetic. It’s little surprise, really – this is the city that birthed both Savile Row and Vivienne Westwood’s Seditionaries after all.
London’s best-dressed men know that taking a little inspiration from here and a little from there offers a route to style that feels fresh. In their looks, sharp tailoring meets relaxed sportswear and monochrome colour palettes meet punchy prints – all of which are layered masterfully in readiness for inevitable sheets of rain.
It’s an inventive approach to mixing clothing which often sees Londoners marked out as some of the world’s most stylish men. Adopt this unpredictability and you’re onto a wardrobe winner.
Pon atención a los detalles ( como los chicos de Florencia)
Supongo que habréis sido hablar de la "Pitti Uomo", la semana de la moda de Florencia donde los protagonistas no son las marcas sino todos los que asisten a las pasarelas. Es asombroso. Su secreto es prestar atención al detalle más mínimo, combinarlo todo con una maestría sin igual y utilizar textiles y materiales de primerísima calidad.
El resultado es asombroso; es una forma de vestir donde una chaqueta cruzada rosa y un pantalón blanco con un sombrero casan a la perfección sin parecer estridente. Sin duda una obra de arte.
Tampoco debemos olvidar los accesorios: son fundamentales. Bolsos, calcetines, zapatos, cinturones...todo debe ir conjuntado. En otras palabras "más es siempre más".
Not familiar with the Pitti peacock? Then get acquainted. These are the guys who – at each of Florence’s biannual menswear showcases – make it their business to mix and match tailoring like it’s child’s play.
The maestros of playful personal expression, Florentine men make a point of mixing bold colours, textures and accessories, all the while paying close attention to how they best slot together. For them, the whole outfit – from shirt collars, cuts and patterns to ties, pocket squares and cufflinks – is far greater than the sum of its parts.
Aim for their level of accessories expertise and you’ll take your suit separates to the next level. Don’t just take our word for it though, Google ‘Pitti style’ for instant incentive.
Sé versatil ( como los chicos de Nueva York)
Cualquier neoyorkino te dirá que lo que más valora de su armario es que le valga para todo el año. Y es que viviendo en una ciudad donde en un mismo día te puedes encontrar con las cuatro estaciones del año, el tener un armario que valga para el verano, el invierno, la oficina o el bar no tiene precio.
El neoyorkino es un estilo tirando a clásico ( ellos lo han reinventado como "smart-casual) que valga para cualquier ocasión. Por eso es normal encontrarse con chicos con camisas Oxford y pantalones chinos en la oficina, cuando entres en el gimnasio, en un bar o en la opera. Los colores no cambian mucho y año tras año verás los azules, los grises y los blancos hasta en la sopa.
Así que ya lo sabes, si quieres vestir como los chicos en Nueva York, sácate un master en versatilidad y triunfarás.
Any New Yorker worth their salt beef bagel knows the bulk of their wardrobe needs to work (not unlike them) year-round. Living in a truly four-season city, the men of NYC are nothing without a rotation that can take them from office to bar, summer to winter.
The New Yorker’s is a more classic approach to style, rooted in smart-casual staples that don’t date easily and are versatile enough to work for a wide array of occasions. That’s not to say it’s not contemporary, though – you can thank your stateside brethren and their unrelenting work/gym/drinks lifestyles for spawning sports luxe about three years ago.
Follow their cue – stocking up on Oxford shirts, chinos and easily layered outerwear in neutral colours – and you’ll never be stuck for something to wear.
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