Qué pena no haber sido niño en los años 50 para poder jugar con estos maravillosos coches de madera que, por esa época, causaban sensación en todo el mundo. El otro día entre por casualidad en una librería y allí estaban ellos, con presencia y mucho encanto.
Los que yo ví no eran los originales de los 50 ( ya me hubiera gustado a mi tocarlos) sino los que hace Candylab Toys, una firma estadounidense que ha creado una colección de coches de madera de estética vintage. Coches para niños y no tan niños que se inspiran en los modelos americanos de los años 50 y 60 y que permiten a los niños crear sus propias historias. El proyecto fue posible gracias al apoyo económico de mucha gente a través de Kickstarter, una plataforma que impulsa el trabajo de jóvenes creadores. La colección está diseñada por Vlad Dragusin.
One of the skills that modern children have lost, along with cursive penmanship and the use of a decoder ring, is the ability to produce convincing revving-engine and squealing-tyre noises with their mouths. New York-based Candylab Toysaims to change that last bit.
The upstart toymaker announced a Kickstarter campaign to fund a set of defiantly analogue wooden playthings designed to evoke the great American road trip of the 1950s and '60s. The series includes three unpowered cars: the musclebound Ace, the track-ready Black Jack and the canoe-topped Pioneerfamily truckster. Candylab has also created a pair of deliciously period-appropriate buildings: a drive-in movie theatre kiosk and an ever-so-slightly seedy roadside motel, complete with mid-century-mod flat roof, pastel-toned walls and tacky cactus-shaped neon sign.
Esta colección de coches vintage se llama MO-TO y como veis son los clásicos autos de madera rediseñados por completo y con una estética de los años 50 americanos que los hace únicos. Si os gustan los coches clásicos reconoceréis aquí el Stinger, el GT-10, el Doc River o la clásica patrulla de policía. Los materiales que Candylab ha utilizado son de máxima calidad; madera de haya, llantas de plástico, neumáticos de caucho y pintura acrílica de uretano que es la que utilizan, por ejemplo, los aviones comerciales.
Yo me alegro que estos modelos hayan resucitado y que los niños ( y los mayores por supuesto) puedan disfrutar de estas auténticas joyas que con el tiempo seguro que acabarán como piezas de coleccionista.
Naturally, the road-trip series — Candylab's third Kickstarter-floated set — will blend perfectly with the dozen vehicles the toymaker already offers, a range that includes a police cruiser, a yellow taxicab, and a cheeky little caravan with a clever magnetic hitch.
The cars are crafted from solid beechwood, with plastic rims, rubber tyres and water-based paint with a urethane clearcoat. At present, Candylab's lineup is created in Ningbo, China, but with the new series, the company has announced plans to open a small factory in the New York borough of Brooklyn — a shop that will get up to speed with guidance from Pete Bultman, president of Michigan-based Uncle Goose, a company that has made a name for itself among persnickety parents with its genuinely artful wooden toy blocks.
